Datos personales

Seguidores

Con la tecnología de Blogger.
miércoles, 25 de mayo de 2011

Experimentando

Experimentando
Siempre me ha hecho mucha gracia cuando comienzas una relación y en la segunda o tercera cita el te pregunta “k es lo k te gusta hacer en la cama” o… “k es lo k te gusta del sexo”. Frases k de seguro leyeron en la portada de alguna revista de chicas y se les kedo grabada de alguna manera y se creen k es el mejor momento para usarla.
Pensándolo bien no es mala pregunta, por k desde k me conozco (k es casi desde k naci… XD), sexualmente siempre he atravesado etapas, unas en las k me sentía más romántica y los arrumacos y caricias me hacían conseguir los orgasmos más sabrosos, y otras en las k el cuerpo me pedía sentirme como toda una loba salvaje y cruzar los límites son pensamiento ni razón.
Recuerdo con mucho cariño  la primera vez k me decidí a tener sexo anal. En la escuela había escuchado a mis amigas bien seguido hablar de ello, conversaciones del tipo “mi hermana dice k duele mucho” o “k asco por ahí no se debe hacer” o una de mis favoritas “eso solo lo hacen las putas”.   (Continúa...)

Lo reconozco, me sentía extremadamente atraída por hacer algo fuera de lo convencional y descubrir k tipo de chica era yo en la cama, así k se lo comenté a mi pareja y decidimos probar.
En el motel me sentía super nerviosa, al llegar casi me daba pena mirarlo a los ojos, me sentía avergonzada tan sólo de recordar cómo me atreví a contarle akello, pensaría k soy una golfa? O me miraría de manera diferente?
Pero al ver su cuerpo semidesnudo sobre la cama comencé a sentirme más trankila, kizá por la adrenalina o por ese latido k comenzaba a sentir en mi entrepierna, pero la realidad es k poco a poco me fui relajando y haciendo lo mío.
Él me esperaba en la cama y me coloké sobre él, comenzando a besarlo suavemente, para ir bajando y lentamente jugar con mis manos en su pecho, morder con suavidad sus pezones, jugar con mi lengua en ellos… luego bajé jugando con mi lengua por su vientre hasta llegar a su bóxer, k le arrebaté con los dientes mirándolo a los ojos.
Comencé a lamer su pene de arriba hacia abajo, jugando con mi lengua, recorriéndolo como si fuera una paleta, poco a poco comencé a introducirlo lentamente en mi boca, con mucha paciencia y saliva, lo iba mirando lentamente a los ojos y despacio, cada vez lo introducía más lentamente, entrando y saliendo de mi boca, buscando inexorablemente el fondo de mi pobrecita garganta.
Con más vigor subía y bajaba mi boca, acostumbrándome a sentir como él llegaba con su pene hasta lo más profundo de mi boca, sujetando su pene con mis pekeñas manos. Mi mirada cada ves se hacía más intensa, mi respiración cada vez más profunda y más sonora.
Comenzaba a notar como mi trabajo daba su fruto, en su rostro se iba viendo cómo  lo iba inundando el places. Jugaba con mis dos manos con su pene, masturbándolo, acelerando el ritmo mientras lo miraba a los ojos y seguía buscando el rinconcito mas profundo de mi garganta con su pene… y en ese momento las venas de su miembro comenzaron a hincharse, sus ojos se volvieron vidriosos, sus labios ya no pudieron esconder sus gemidos… y de pronto… Resulta k el semen no tiene tan mal sabor!

.... Continuará!

2 comentarios:

fredy dijo...

Hola alicia! me encontre tu blogspot y me gusto mucho tu manera de ver y vivir el sexo.

exito y felicidades

oscar dijo...

hermoso